Detección acústica de disparos
La detección acústica de disparos es un sistema diseñado para detectar, grabar y localizar el sonido de disparos y alertar a continuación a las fuerzas del orden. El equipo suele consistir en micrófonos y sensores sensibles, algunos de los cuales deben estar siempre a la escucha del sonido de los disparos. A menudo van acompañados de cámaras. Suelen estar montados en farolas u otras estructuras elevadas, aunque algunos son móviles y otros funcionan en interiores.
La policía y las empresas que fabrican y venden sistemas acústicos de detección de disparos afirman que el objetivo de esta tecnología es informar a la policía de la ubicación de los disparos, de forma más rápida y precisa que confiar en testigos que pueden llamar o no a la policía. Sin embargo, hay informes que cuestionan la precisión de la detección acústica de disparos, ya que no registra algunos disparos reales y también registra erróneamente como disparos ruidos fuertes como los de los fuegos artificiales. Esto puede cambiar el comportamiento de la policía y poner en peligro a las personas, por ejemplo, enviando a la policía esperando disparos a un lugar donde no hay disparos pero hay personas inocentes en la vía pública.
Además, los sistemas de detección de disparos pueden grabar voces humanas, y la policía ha utilizado estas grabaciones como prueba ante los tribunales. Como ocurre a menudo con las tecnologías de vigilancia policial, un dispositivo utilizado inicialmente para un fin (en este caso, detectar disparos) se ha ampliado a otro (espiar conversaciones con micrófonos sensibles).
Por razones como éstas, así como por el coste fiscal y la reacción de la comunidad, ciudades como Dayton (Ohio) han cancelado sus contratos de detección acústica de disparos.
Cómo funciona la detección acústica de disparos
La detección acústica de disparos se basa en una serie de sensores, a menudo colocados en farolas o edificios. Si se produce un ruido fuerte, los sensores lo detectan y el sistema intenta determinar si el ruido coincide con la firma acústica específica de un disparo. Si es así, el sistema envía a la policía la hora y la ubicación del disparo. La ubicación puede determinarse midiendo el tiempo que tarda el sonido en llegar a los sensores situados en distintos lugares.
Según ShotSpotter, el mayor proveedor de tecnología acústica de disparos, la coincidencia del sistema automatizado entre un ruido y una firma de disparo es verificada por expertos acústicos humanos para confirmar que el sonido es realmente un disparo, y no el petardeo de un coche, petardos u otros sonidos similares. Es la gente, escuchando con auriculares, la que debe decir si se han producido disparos o no.
Quién vende Detección acústica de disparos
ShotSpotter es, con diferencia, el mayor proveedor de sistemas acústicos de detección de disparos. Actualmente, 100 ciudades utilizan ShotSpotter en Estados Unidos, Sudáfrica y las Bahamas. La compañía obtuvo 34,75 millones de dólares en ingresos en 2018, y en marzo de 2019, ShotSpotter anunció que ofrecería acciones cotizadas en bolsa.
Flock, empresa más conocida por sus lectores de matrículas, comercializa ahora Raven, un dispositivo de detección de audio para vigilar posibles disparos.
Raytheon fabrica el sistema Boomerang, que detecta disparos de armas pequeñas. Puede montarse en un vehículo y se ha utilizado en zonas de guerra estadounidenses como Afganistán. Otras empresas emergentes, como Aegis, confían más en la inteligencia artificial y el reconocimiento visual de armas para reconocer posibles situaciones de tiroteo. Algunos productos, como BodyWorn de Utility, Inc, se centran exclusivamente en la detección de disparos para su uso en escuelas.
EAGL Technologies es una de las empresas más recientes que se han introducido en el mercado de la detección de disparos. Afirman que su tecnología es única porque detecta la energía acústica de un disparo en lugar del audio de un disparo, aunque la diferencia entre ambos no está clara. EAGL también afirma que puede diferenciar entre disparos de pistola, rifle y escopeta con su sistema. EAGL también fabrica tecnologías de detección de bolígrafos de vapeo para su uso en escuelas y botones de pánico que se conectan a un sistema de control central.
Amenazas que plantea la detección acústica de disparos
Existe una gran preocupación por la precisión de los sistemas acústicos de detección de disparos, y especialmente por las conclusiones erróneas de que se ha disparado un arma ("falsos positivos"). Por ejemplo, un estudio realizado por el Inspector General de Chicago concluyó que menos del 10 % de las alertas de ShotSpotter dieron lugar a pruebas de un delito relacionado con armas de fuego. En un caso de 2017, un analista forense de ShotSpotter testificó que los sensores situaron incorrectamente la ubicación de un tiroteo a una manzana de distancia de donde realmente se produjo. Cuando se le preguntó por la garantía de precisión de la empresa, el analista dijo: "Nuestra garantía fue elaborada por nuestro departamento de ventas y marketing, no por nuestros ingenieros."
Como declaró Dana Delger, abogada del Proyecto Inocencia, al diario Democrat & Chronicle en relación con la colocación del Detector Acústico de Disparos en Rochester, "al fin y al cabo se trata de una máquina que básicamente puede decirte que hubo un sonido fuerte y luego un humano tiene que decirte si fueron disparos o no".
Los falsos positivos pueden causar lo que puede ser la mayor amenaza que plantea la detección acústica de disparos: que la policía llegue en actitud agresiva a un lugar esperando un tiroteo, sólo para encontrarse con gente sorprendida en la calle. Como suele ocurrir, la vigilancia policial puede provocar un uso excesivo de la fuerza por parte de la policía.
Los falsos positivos también pueden contribuir a registros e incautaciones indebidos. La Oficina del Inspector General de Chicago también descubrió un patrón de agentes del CPD que detenían y cacheaban a civiles -una intrusión peligrosa y humillante en la autonomía corporal y la libertad de movimiento- basándose, al menos en parte, en "los resultados agregados del sistema ShotSpotter."
Además, los sistemas acústicos de detección de disparos suelen colocarse en lo que la policía considera zonas de alta criminalidad. Como ocurre con muchos sistemas de vigilancia policial, esto puede dar lugar a un escrutinio excesivo de los barrios en los que pueden vivir personas de color.
Por último, esta tecnología capta voces humanas, al menos parte del tiempo. Sin embargo, las personas que se encuentran en lugares públicos -por ejemplo, manteniendo una conversación tranquila en una calle desierta- suelen tener una expectativa razonable de privacidad. Las personas deben estar libres de micrófonos aéreos que graben inesperadamente su conversación.
En al menos dos juicios penales, el caso californiano People v. Johnson y Commonwealth v. Denison, en Massachusetts, los fiscales trataron de introducir como prueba el audio de las voces grabadas en el sistema acústico de detección de disparos. En el caso Johnson, el tribunal lo permitió. En el caso Denison, el tribunal no lo hizo, dictaminando que una grabación de "comunicación oral" es una "interceptación" prohibida en virtud de la Ley de escuchas telefónicas de Massachusetts.
Trabajo de la EFF sobre detección acústica de disparos
La EFF lleva mucho tiempo expresando su preocupación por los sistemas acústicos de detección de disparos, incluida la grabación de las conversaciones de personas desprevenidas en lugares públicos. En 2021, a la luz de una serie de informes en los que se analizaban los efectos perjudiciales de las alertas ShotSpotter para la actuación policial y se cuestionaba su precisión, la EFF recomendó que las ciudades no utilizaran esta tecnología.
Para más información
Shotspotter: el sistema de detección de disparos plantea problemas de privacidad en los campus-The Guardian.
Hay una tecnología secreta en 90 ciudades de EEUU que escucha disparos 24/7 - Business Insider